Finca Anfora

En la búsqueda de un microclima especial para el cultivo de la vid, en un entorno natural privilegiado, y siempre con la visión de crear un nuevo vino de excelente calidad, hemos elegido las tierras de Almería por su enorme potencial para el cultivo de la vid, después de realizar minuciosos estudios de aptitud en diversas partes del mundo.

En el año 1.995 se fundan nuestras Bodegas y se plantan nuestros viñedos en terrenos dedicados desde tiempos antiguos al cultivo de la viña, actualmente desaparecida casi en su totalidad, recuperando de este modo una zona tradicionalmente vitivinícola.

Los trabajos de construcción de la finca fueron enormemente laboriosos, ya que se preciso realizar grandes movimientos de tierra debido a la ortografía accidentada del terreno natural, incluyendo la construcción de enormes muros de contención realizados de forma manual con piedra procedente de la zona.

La finca se encuentra situada en un entorno medioambiental típico mediterráneo y dispone de diversos lugares entre los que destacan por su originalidad la cueva practicada en la montaña para reuniones y catas, el pabellón con barbacoa, las edificaciones destinadas a congresos, conferencias o reuniones, todo ello salpicado de jardines diseñados en estilo Mediterráneo, creando un enclave verde muy singular.

En el mundo existen lugares cuyos vinos resultan excelentes cosecha tras cosecha durante siglos. Por el contrario también existen multitud de viñedos y regiones vitivinícolas en las que se producen buenos vinos, pero éstos raramente tendrán una personalidad acusada aunque su elaboración se realizara por el mejor de los productores de vino. La esencia de un gran vino es algo que va más allá de la tierra, el clima, el lugar, las horas de sol o el entorno natural. Es evidente que la tierra debe tener una fuerza especial, y también debe existir un cierto entusiasmo durante la elaboración del vino. Sin embargo, aunque el lugar perfecto puede encontrarse en un sitio determinado, para conseguir que se aprecie en el vino es necesario sentir ese entusiasmo, esa pasión y un gran respeto por su presencia. De lo contrario la esencia del lugar quedará escondida para siempre.

Creemos haber encontrado este lugar idóneo para producir un gran vino y sentimos gran entusiasmo y respeto por nuestro quehacer diario. Por ello estamos seguros de estar en disposición de presentar una nueva creación en el mundo del vino. Unos vinos de calidad superior con personalidad única para su presentación a nivel mundial.

Nuestra imagen de marca está representada por un ÁNFORA. Las Ánforas eran utilizadas como recipiente para transportar vino, entre otros productos, y su origen parece remontarse a la época de los fenicios. Los fenicios fueron, quizás, los mercaderes más exitosos del mundo antiguo, y los primeros en rodear África en barco, dando a conocer el vino por todo el Mediterráneo. Creemos que el Ánfora representa muy bien nuestra forma de entender la cultura del vino como vínculo de unión entre civilizaciones, o simplemente entre personas o lugares lejanos, superando fronteras.